lunes, 25 de mayo de 2009

EN QUE PENSAR


“Hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4: 8).

Disciplinar nuestra mente para pensar como conviene es una de las cosas que más puede cambiar nuestra vida. No hemos de dejar la mente libre para que piense en cualquier cosa, sino adiestrarla para nuestro provecho. Si estamos pensando según lo que nos instruye el apóstol en este versículo, cambiará nuestra conversación, ¡y los que están en nuestra compañía beneficiarán tremendamente! Todo el ambiente alrededor de nosotros cambiará. “Lo que pensamos y creemos, esto somos; no lo que decimos que pensamos y creemos, sino lo que realmente pensamos y creemos” (Oswald Chambers).

“Todo lo que es verdadero”. Pensar en lo que es verdadero es pensar en lo que pertenece a la Verdad. Hemos de distinguir entre lo que es cierto y lo que pertenece a la verdad de Dios. Hay muchas cosas ciertas que vemos y oímos en las noticias cada día, pero pertenecen al reino de las tinieblas; no son de Dios. Todo lo que es negativo, enfermizo, indigno, malo, feo, no edificante, aunque sea cierto, queda excluido. Podríamos pasar el día pensando en violaciones, crimines, abusos de la justicia, y pecados de unos y de otros, pero no conviene. Son temas en los cuales no debemos pensar. Ensucian la mente, deprimen, molestan, disgustan y entristecen. Si eliminamos estos temas de nuestra mente, ¡experimentaremos una revolución! ¡Nos transformamos!

¿EN QUÉ PENSAR?

En todo:
· “Lo honesto”. Esto quiere decir lo honorable, lo sublime, lo que es noble
· “Lo justo”. Esto es lo correcto, lo que procede, lo que está bien hecho.
· “Lo puro”. Lo que Dios ha purificado; lo que está limpio, sin contaminación.
· “Lo amable”. Es decir, lo agradable y hermoso.
· “Lo que es de buen nombre: lo atractivo.

¡El hecho es que Jesús es todas estas cosas! ¡Al hablar de ellas, estaremos hablando de Jesús y sus cosas! Él pensaba en ellas, hablaba de ellas, y las encarnaba, porque Él es la verdad, es honesto, justo, puro, amable y de buen nombre.

Pablo añade temas adicionales en los cuales podemos pensar: en todo lo que es de excelencia moral, digna de alabanza y recomendable. “En esto pensad”.


(Parte tomada de una reflexión de Margarita Burt)

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