MI PRIMER VIAJE A EEUU

Nunca creí que me iba a gustar tanto visitar ese gran país, al verlo tan lejano, como la zorra de la fábula de Esopo, pensaba que las uvas eran verde y que no me agradaría, pero que gran error, Norte América es fabulosas y tiene mucho para ver y para aprender.Mi primera escala fue en Philadelphia, pero solo de pasada, allí hicimos transbordo para Seattlel, donde en vuelo doméstico llegamos en cinco horas, ¡Casi nada! aproximadamente el mismo tiempo que tardamos en cruzar desde Madrid el Atlántico, es una nación muy grande y sin embargo tan igual, tan parecidas su gente de un lugar y de otro...Llegamos de noche al aeropuerto de Tacoma muy cerca de Seattlel y desde allí fuimos a buscar un hotel a un lugar cercano, para por la mañana temprano salir en un coche alquilado de antemano para Spokane donde pasaríamos varios días. Hablo en plural porque no fui sola, aunque solo hable desde mi experiencia, viajamos Miguel y yo con nuestro amigo y hermano Daniel Anderson, cosa que nos vino muy bien ya que él es oriundo del lugar y pudo ser un magnifico cicerone para nosotros. Pasamos varios días en Spokane, donde visitamos el downtown de la ciudad, o lugar céntrico y donde se encuentran los edificios más altos y los parques más importantes, naturalmente nos hicimos un montón de fotos, cada vez que veíamos algo de interés, y la verdad es que sucedía a menudo...nos hospedaron a Miguel y a mí con un matrimonio muy agradable, y donde el esposo hablaba un poco de español, o sucedáneo de español, porque lo aprendió en Costa Rica, y digan lo que diga es un español diferente. Nuestro viaje no fue precisamente de turismo, ivamos a presentar un proyecto a algunas personas interesadas del mismo, pero como regalo añadido nos encontramos con esta bendición. Puede que sintáis curiosidad por saber en que consistía ese proyecto, pues bien no tengo ningún inconveniente en decirlo en pocas palabras: Hace un año aproximadamente en Málaga la ciudad donde vivo con mi marido, Miguel Rueda, el Ayuntamiento y toda la Corporación nos regaló a la Iglesia Evangélica de la ciudad un terreno de 16.000 metros cuadrados en un lugar privilegiado, les habíamos pedido a nuestras autoridades un terreno, pero nunca pensábamos que sería tantos metros cuadrados, para hacer un Centro de Encuentro para los cristianos evangélicos de Málaga. Al tener una parcela tan enorme, la construcción tendría que ser también mayor y naturalmente el costo aumentaría, por eso por que necesitamos ayuda, fuimos a EEUU a presentar a los hermanos norteamericanos nuestras ilusiones y de paso pedirles algo de colaboración. No se que pasará, esperamos que puedan ayudarnos, pero mientras si o mientras no, como se dice por ahí..."Que me quiten lo bailado".
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